SEAT clásicos que no tenemos entre nosotros hay muchos. Así, a bote pronto, seguramente los primeros que se nos ocurren son el SEAT 600, el Panda o el SEAT 127. Unos por la memorabilidad de su nombre, otros por su diseño y otros porque representaron, durante mucho tiempo, la idea de familia española de clase media.
¡Pero haber hay un montón! Y aunque el ciclo de la vida es así y ya no los tenemos en nuestras filas de producción, lo que también es verdad es que nunca los olvidaremos.
¿Repasamos la historia española de los últimos sesenta y pico años a través de nuestros clásicos?
¡Pues empecemos por el 600, uno de los más populares! Por su estética, por su tamaño, y por su potencia -aunque resulte increíble-, el 600 monopolizó el mercado español desde su nacimiento en 1957 hasta el fin de su fabricación en 1973, ¡y mucho más allá! Vamos, que quien no recuerde todas nuestras ciudades plagaditas de 600 es porque no estuvo ahí.
En 1964 llega el SEAT 850, popularmente conocido como ‘ocho y medio’. Aunque la idea era que diera el relevo al pequeño gran 600, lo cierto es que ambos modelos convivieron durante bastante tiempo en nuestras calles. Con más espacio interior, más capacidad de maletero y más potencia, el 850 tuvo casi el mismo éxito de mercado que su hermano pequeño.
Al menos hasta que nació el SEAT 127 cuya innovación principal estribaba en que se podía adquirir en versión dos, tres, cuatro ¡o cinco puertas! El 127 nació en 1972 y se mantuvo en el mercado hasta 1983, y en sus primeros meses de vida llegó a vender ¡hasta 50.000 ejemplares!
Y aunque el 133, que nació en 1974, nunca alcanzó el nivel de ventas de su predecesor, el 127, ahí que se mantuvo hasta 1981. Y como curiosidad, contar que fue muy popular en las autoescuelas de la época por su bajo coste de mantenimiento.
En 1975 se inaugura el Centro de Martorell y al año siguiente nace el el 1200 Sport al que rápidamente se dio a conocer entre el gran público como ‘Bocanegra’. Y tan famoso se hizo ese sobrenombre que incluso se utilizó años después para una versión del Ibiza.
No más números, hola a las ciudades
En 1980, SEAT inicia la producción del famoso SEAT Panda, el utilitario “amigo para todo” más de moda de España. Pero a partir de la ruptura de SEAT y Fiat, la marca española se ve obligada a renombrar el Panda que se llamará, a partir de entonces, SEAT Marbella.
Los años ochenta fueron, de hecho, los que dieron la bienvenida a los SEAT con nombres de ciudades. Desde el Ronda (1983), hasta el el mítico Ibiza (1984), pasando por el Málaga (1985), con algunos seguimos, y con otros, no.
La era Volkswagen
Los años 90 reciben a SEAT con la adquisición, por parte de Volkswagen del 99,99% de la marca, y la cifra de, ni más ni menos que ocho millones de coches fabricados.
En 1991 nace el SEAT Toledo, primer modelo fabricado dentro del Grupo Volkswagen, que se estrena, además, en el Salón del Automóvil de Barcelona.
En el 93 llega otro modelo con nombre de ciudad: el Córdoba, un automóvil de segmento B que se produjo hasta 2002. Durante su periodo vital pasó por dos pequeños restyling y un último, mucho más considerable, que cambió su estética totalmente.
Y en el nacimiento del Arosa en 1997 nos plantamos porque, ¡estamos hablando de clásicos que ya no se fabrican! De lo que ocurrió desde el año 2000 hasta hoy mejor te hablamos en otro post, ¿no te parece?
Si, mientras tanto, quieres saber lo que está pasando ahora, ¡lo tienes fácil! Sólo tienes que venir a vernos a SEAT Bellamar, para que te hablemos del presente, ¡y del futuro!
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